Insomnio:
no puedo dormir con vos. Relamiendo la herida de tan bestias nos terminó
gustando el sabor al coagulo. Reservo mis colmillos para los poros ocultados
con el sudor del agite durante una jornada que acabó. La calma esconde a la
fiera. Un cocodrilo se asusta frente a un gato. Soporto el ruido blanco de los mosquitos
que se alimentan del desvelo y no necesitan comer sangre. Si escupo mientras
hablo es por el ardor de la ausencia. Ojalá el sueño y la luna se conozcan esta noche.