Una charla, una conversación de ensueño; un café, unas
tostadas que nos asistan en este encantamiento.
El vaivén se cierra como un hilo matambrero, nos acerca y nos une. El
único intermediario es el tiempo que desaparece, el pan ahora es harina para
jugar a que tenemos canas, el café aparece como la chocolatada de la tarde. Papeles
de papel picado nos rodean como una isla en el espacio, te haces que no
esperabas visitas pero te alegras de verme, pesco tu sonrisa fugaz. Traje
charla para la merienda, un cafecito y mi parte del ensueño, pero esto ya lo
sabías.
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