Nunca fuiste muy creativo para buscar refugio entre la humedad y la madera, Los enemigos levantan una bota y ahí estas completamente cromado, bordó y hermoso. Existís y eso te hace culpable, su razón carga sobre tu lomo y cada mirada te pisotea. En este lugar, donde rodaron los dados, sentís que debajo del infierno está el piso y envidias la suerte de los ardidos. Ni tiempo para desayunar o revisar basura del correo, se te notan los sueños aunque te afeites el bigote. Una letra te identifica, te delata para siempre. Piensan que no vivo más, es problema suyo. Dejaron de perseguir al condenado, prefirieron buscar sus propias jaulas Una luz ausente mientras busco un libro que pueda nombrarme en esta oscuridad, nuestra morada compartida.
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